Las radiaciones ionizantes están en el corazón de varias tecnologías, y todo indica que en los próximos años lo estarán cada vez más: entender cómo funcionan, su potencial y cómo utilizarlas con seguridad será una de las competencias más esenciales en todos los sectores afectados por este cambio.
En este artículo ofrecemos una visión general.
Contextos de uso de las tecnologías de radiaciones ionizantes
En la industria y la medicina, el uso de maquinaria y dispositivos que emiten radiaciones ionizantes está muy extendido y es crucial para diversas aplicaciones.
En la construcción y la fabricación, la radiografía industrial es una aplicación habitual, utilizada para inspeccionar la estructura interna de los materiales, como soldaduras y componentes metálicos, garantizando la calidad e integridad de los artefactos y, en consecuencia, la seguridad estructural y el cumplimiento de las normas de producción.
Las principales fuentes de radiaciones ionizantes artificiales se encuentran en el ámbito médico.
Los rayos X son un elemento clave en el diagnóstico y seguimiento de las enfermedades. Los aparatos de diagnóstico, como los equipos de tomografía computarizada (TC) y resonancia magnética (RM), utilizan radiaciones ionizantes para obtener imágenes detalladas del cuerpo humano, lo que facilita el diagnóstico y la planificación del tratamiento.
Otros dispositivos médicos, como los aceleradores lineales utilizados en radioterapia, emiten radiaciones ionizantes para tratar tumores cancerosos. Estas máquinas permiten dirigir la radiación con precisión para destruir las células cancerosas minimizando el impacto en el tejido sano circundante. El uso responsable y seguro de estas máquinas es esencial para garantizar la calidad del diagnóstico y el tratamiento, así como la protección de los operadores y los pacientes.
Formación de los trabajadores asignados
Cualquier tecnología que utilice radiaciones ionizantes requiere una preparación específica.
En los centros sanitarios, la formación en protección radiológica es obligatoria por ley para todos los trabajadores con tareas que impliquen una exposición médica directa. En determinados casos, también se incluye a los pediatras y a los médicos generalistas.
El curso de formación para personal sanitario está diseñado para proporcionar las habilidades y conocimientos específicos necesarios para gestionar la exposición a radiaciones ionizantes en entornos médicos. El contenido del curso puede incluir orientaciones prácticas y teóricas sobre el uso seguro – del propio trabajador y de los pacientes -, así como una visión general de las características más destacadas de la legislación vigente. También se hace hincapié en el desarrollo de habilidades de comunicación para informar y sensibilizar a pacientes y colegas sobre los riesgos asociados a la exposición a las radiaciones.
Del mismo modo, en el ámbito industrial, la formación tiene como objetivo preparar para el uso del método no radiográfico de ensayos no destructivos (END), capaz de utilizar la radiación para verificar la integridad de componentes de diversos tamaños, siempre en condiciones de seguridad.
Qué esperar del futuro
Con toda probabilidad, el uso de maquinaria basada en radiaciones ionizantes encontrará cada vez más aplicaciones, una de las cuales es la conservación de alimentos.
La irradiación de alimentos por radiación preserva la calidad de los alimentos, gracias a un proceso que inhibe el mecanismo de división celular microbiana: las enzimas degradantes se debilitan, lo que ralentiza el deterioro de los alimentos sin alterar el producto.
Es importante señalar que, a pesar de cierta desconfianza generalizada en el uso de radiaciones ionizantes en los alimentos, la Organización Mundial de la Salud ha confirmado la eficacia y seguridad de este proceso.
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