El experto en protección contra la radiación es una de las figuras clave para la seguridad en todos los contextos – empresas y organismos públicos – donde se hace uso de tecnologías basadas en radiaciones ionizantes.
Sin embargo, a menudo no es fácil definir con precisión la gama de tareas que realiza este profesional.
En este artículo tratamos de aclarar.
Quién es el experto en protección contra la radiación
El Experto en Protección contra la Radiación (EPR) es un profesional que garantiza la aplicación de medidas preventivas y normativas para proteger al personal y el medio ambiente en contextos potencialmente expuestos a la exposición y contaminación por radiación.
Por consiguiente, el EPR está calificado para:
- evaluar y gestionar las exposiciones radiológicas;
- contribuir al diseño de planes de protección radiológica y a la aplicación de protocolos de seguridad;
- interpretar y aplicar las normas, asegurando el cumplimiento de los estándares de seguridad y la conformidad con las leyes radiológicas;
- elaborar protocolos de vigilancia de la exposición;
- manejar dispositivos de detección.
En esencia, desempeña un papel esencial para garantizar que las actividades radiológicas se desarrollen con la máxima seguridad.
Formación específica y actualización continua
Las responsabilidades y funciones del EPR se basan en una preparación específica y una formación continua para la evolución normativa y tecnológica.
Las cualificaciones requeridas van desde la licenciatura en ciencias, preferiblemente en física o ingeniería nuclear, hasta la obtención de certificados específicos en protección contra las radiaciones.
La formación continua es esencial para mantenerse al día con los avances tecnológicos y normativos, y abarca desde el manejo de instrumentos de medición y monitoreo hasta la capacidad de comunicarse eficazmente con el personal involucrado en las actividades radiológicas.
La conciencia de la necesidad de actualizaciones regulares refleja la naturaleza dinámica del sector, en el que las normativas y tecnologías evolucionan. En este contexto, la EPR desempeña un papel crucial como facilitadora entre la innovación y la seguridad radiológica, garantizando la protección de las personas y del medio ambiente.
Monitorización y detección de radiación
Los procedimientos que tienen como objetivo la monitorización y detección de las radiaciones son la base del trabajo del Experto en Protección contra las Radiaciones, Que utiliza equipos específicos para detectar y clasificar la radiación y procesar los datos recogidos en modelos que posteriormente se comparten con el cliente. Gracias a estos modelos, es posible identificar y localizar posibles causas – en forma de comportamientos incorrectos y/o máquinas defectuosas – de pérdidas o accidentes que podrían conducir a exposiciones peligrosas, así como a repercusiones legales.
Por ejemplo, los dosímetros personales y ambientales se utilizan para medir y evaluar las dosis de radiación a las que pueden estar expuestas las personas. El EPR es capaz de analizar e interpretar los datos recogidos mediante la monitorización continua y evaluar el impacto de las radiaciones en la salud de los trabajadores, pacientes o del entorno.
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Desde la vigilancia hasta la gestión y mitigación de los riesgos radiactivos
El análisis de los datos recogidos por las herramientas de detección se traduce en la evaluación de riesgos y en la planificación de un sistema de prevención adecuado.
En la práctica, los EPR colaboran con figuras clave como los responsables de seguridad y las organizaciones de protección civil para desarrollar e implementar planes y protocolos de emergencia eficaces, Incluye procedimientos de evacuación para hacer frente a situaciones de accidente o exposición accidental.
Además, los EPR son esenciales para definir prácticas de trabajo seguras, como el uso de equipos de protección personal y la aplicación de prácticas de ingeniería que minimicen la exposición a la radiación. Esto es especialmente cierto en escenarios de alto riesgo, como la medicina nuclear, la industria nuclear o la investigación.
Se hace hincapié en la formación, que abarca desde la comprensión de los riesgos radiológicos hasta el uso correcto de instrumentos de medición y seguimiento, proporcionando a los operadores información teórica y práctica.
Asimismo, el EPR desempeña un papel activo en la organización de ejercicios y simulaciones, permitiendo al personal adquirir conocimientos prácticos para gestionar situaciones de emergencia relacionadas con las radiaciones.
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