La auditoría de protección radiológica es una práctica esencial: garantiza que las actividades de la empresa que implican radiaciones ionizantes cumplen la normativa y las mejores prácticas de seguridad.
Durante la auditoría, se examinan diversos elementos, con el objetivo de identificar riesgos potenciales y áreas de mejora para garantizar un entorno de trabajo seguro.
En este artículo explicamos cómo se realiza la auditoría de protección radiológica y cómo puede incorporarse a un proyecto de mejora de la empresa.
Planificación y preparación de auditorías de protección radiológica
La planificación y preparación de la auditoría de protección radiológica son etapas cruciales: durante esta fase se definen los objetivos específicos, se identifican los ámbitos de preocupación y se establecen los procedimientos de evaluación, todo ello en relación con las características del entorno.
Los objetivos de la auditoría pueden incluir la evaluación del cumplimiento de la normativa, la eficacia de los programas de formación, el mantenimiento de los equipos radiológicos y la gestión de los residuos radiactivos.
También es importante planificar las actividades de auditoría, como las inspecciones sobre el terreno, la revisión de la documentación de la empresa y las entrevistas con el personal. Durante la preparación, se definen los criterios de evaluación y las metodologías de recogida y análisis de datos. También se elaboran cuestionarios y plantillas de informes para registrar y documentar los resultados de la auditoría de forma precisa y exhaustiva.
La planificación y preparación detalladas garantizan que la auditoría se realice de forma sistemática, objetiva y conforme a las normas exigidas, lo que permite identificar eficazmente las áreas susceptibles de mejora y adoptar medidas correctoras específicas.
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Ejecución de auditorías de protección radiológica: recopilación y verificación de datos
Durante la auditoría, se recopilan datos y se verifican las prácticas de la empresa mediante un enfoque sistemático y detallado.
Los profesionales encargados de la auditoría son expertos en protección radiológica (EDR) que realizan inspecciones sobre el terreno para verificar directamente los equipos radiológicos, los procedimientos operativos y las prácticas de seguridad adoptadas; también se evalúan las condiciones ambientales y laborales para identificar cualquier riesgo adicional.
Además de las inspecciones sobre el terreno, se examina detenidamente la documentación pertinente de la empresa, como manuales de funcionamiento, registros de control de calidad, programas de formación y planes de gestión de residuos radiológicos.
Durante las auditorías, también se realizan entrevistas con el personal implicado en las actividades radiológicas para evaluar su comprensión de los procedimientos y protocolos de seguridad y recabar opiniones y sugerencias para mejorar los procesos existentes.

Mejoras y medidas correctoras
A partir de los datos recogidos, se activan los procesos para identificar posibles mejoras y medidas correctoras. Los resultados de la auditoría se analizan para identificar cualquier área de no conformidad, ineficacia o riesgo potencial: se analizan los datos de control de la radiación, los informes de incidentes o anomalías y cualquier informe de no conformidad.
Una vez identificados los puntos críticos, se definen mejoras y medidas correctoras específicas. Éstas pueden incluir la actualización de los procedimientos operativos, la introducción de nuevas medidas de control de calidad, la aplicación de formación adicional para el personal o la optimización de la infraestructura y los equipos radiológicos.
Es esencial que las medidas correctoras estén bien documentadas, planificadas en detalle y supervisadas a lo largo del tiempo para comprobar su eficacia a la hora de mitigar los riesgos identificados. Asimismo, es importante la implicación y colaboración de todo el personal de la empresa.
Auditorías radiométrica continua: seguimiento y adaptación de las prácticas
La auditoría radiométrica es un requisito fundamental, en términos de eficacia y seguridad, para todas las realidades que hacen uso de tecnologías basadas en radiaciones ionizantes.
Se trata, por tanto, de un proceso que no puede limitarse a un análisis periódico, sino que evoluciona hacia un ciclo continuo de seguimiento, evaluación y adaptación de políticas y procedimientos.
Este enfoque no sólo mejora el cumplimiento de la normativa, sino que también contribuye a una cultura empresarial consciente y responsable en materia de protección radiológica.
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